sábado, 17 de mayo de 2008

BANGKOK




De Jordania a Tailandia, cambio radical, del islamismo al budismo, del calor seco al torrido, del desierto a la jungla, del recato y el pudor de los beduinos al pais de las sonrisas, de un nivel de vida casi europeo a los irrisorios precios tailandeses. Bangkok me recibio un mediodia con esa tipica bofetada de calor bochornoso y humedad exagerada, propia de los paises tropicales que notas en el momento que abandonas el aire acondicionado de la terminal del aeropuerto. Como uno ya va entrando en una edad madura, ultimamente combino el viaje estilo mochilero con alguna dosis de sibaritismo de vez en cuando, asi que para pasar los primeros dias en Bangkok e ir acostumbrandome a su ritmo y al cambio horario habia reservado tiempo atras por internet una habitacion para cuatro noches en un buen hotel, el Rembrandt, que tenia una oferta muy interesante si hacias la reserva en su pagina web con bastante antelacion. Y resulto ser mucho mejor de lo que esperaba, un hotelazo de esos de mil estrellas con todo tipo de instalaciones y el personal haciendote reverencias cada vez que se cruza contigo. Un lugar perfecto como campamento base para comenzar a explorar esta macrociudad. Y por unos treinta y cinco euros al dia, una fortuna aqui, pero el precio que te cobraria cualquier pension en una ciudad espanola.





Bangkok es una ciudad de unos diez millones de habitantes que viven a un ritmo frenetico durante las venticuatro horas del dia, una ciudad que nunca descansa, un punto neuralgico en el sudeste asiatico. Combina con toda naturalidad tradiciones milenarias con los mayores adelantos tecnologicos, no es extrano que yendo en metro tengas, por ejemplo, a un lado un ejecutivo manejando lo ultimo en agendas electronicas y al otro lado a un monje con su tunica de color azafran recitando mantras ensimismado.

Moverse por la ciudad es relativamente sencillo, esta bien comunicada con un par de lineas de metro, otras dos de skytrain (un tren que va por las alturas), y lo que a mi mas me ha gustado, la cantidad de barcos de todo tipo que recorren el rio arriba y abajo o te cruzan de una orilla a la otra. Lo peor, como en muchas ciudades, son los taxistas, a los que no te queda mas remedio que acudir en horario nocturno, y los taxistas de Bangkok son especialmente perretes. Algo tan sencillo como un pequeno trayecto se puede convertir en una pesadilla si no te pones en tu sitio y te mantienes firme. Te querran liar de mil maneras y al final te tienes que poner un poco borde, subir el tono de voz y decir que quieres ir donde has dicho y punto, que no quieres parar en la tienda de un primo suyo a comprar nada, que no quieres ninguna droga ni ninguna chica, que no te piensas hacer un traje en una sastreria que tiene muy buenos precios y que haga el favor de poner el taximetro de una puta vez porque lo que marque al final de la carrera es lo que le vas a pagar, ni un baht mas ni uno menos. Tampoco esta de mas decirle que vives en Tailandia, asi se cortara un poco. Eso si, como finalmente el tambien estara cabreado sera capaz de ponerte en pleno centro de Bangkok a 120 km/h, y tu pegado al asiento dudando si acabaras en el hotel o en el hospital.





Por cualquier sitio que vayas te encuentras un templo budista a la vuelta de la esquina, un mercado callejero atestado de gente, cantidad de puestos ambulantes de comida con mejor calidad en sus productos que muchos restaurantes, salones de masaje tailandes o de reflexoterapia donde sales como nuevo por cuatro perras, y centros comerciales, desde los que tienen tiendas de marcas exclusivas, hasta el MBK, un mall gigantesco que es el paraiso de las falsificaciones. Y es que en Bangkok, el shopping es deporte nacional.

Ademas, volvio a quedar demostrado que el mundo cada vez es mas pequeno. Andaban por esta parte del planeta una pareja de canadienses que conoci en Nueva Zelanda cuatro meses atras con los que solia escribirme de vez en cuando via e-mail. Por esta fecha, ellos viajaban del sur de china (escaparon del terremoto por los pelos) hacia Malasia y como sabian que yo venia a Tailandia quedamos en vernos en Bangkok y pase dos dias con ellos, fue un gran subidon para todos volver a encontrarnos.





En fin, que si pasais por Bangkok un par de dias un buen plan podria ser el siguiente: pegaros un buen madrugon para aprovechar esas horas en las que el calorazo todavia no aprieta tanto, un buen desayuno leyendo "The Bangkok Post" para ver si hay alguna actividad interesante ese dia (un buen concierto, un combate importante de Thai Boxing o alguna ceremonia budista de renombre), luego bajad al muelle central y coged un barquito que vaya rio arriba, las vistas son preciosas y la vida en el rio impresionante. Aconsejo coger los barcos de bandera naranja, que son los que cogen los tailandeses y el ambiente es mas autentco que en los muchos barcos que hay para turistas. Despues podeis bajar del barco en la zona de Tha Chang, alli estan los templos mas representativos de la ciudad, y en cuestion de templos budistas, visto uno, vistos todos, mas o menos todos son iguales. Una visita a Chinatown, otra a Kao Shan, un reducto hippie asiatico donde viven muchos "farang" (extranjeros). Luego podeis descansar en alguna cafeteria tomando un excelente te verde, o un zumo de frutas, o un agua de coco, o tambien podeis recuperaros en una casa de masajes. Uno muy barato es el de reflexoterapia en los pies, una hora sale a dos o tres euros, te sientan en un comodo butacon en el mismo escaparate y mientras tomas un te y escuchas musica oriental relajante una masajista te deja como nuevo. Eso si, mirad siempre que haya tailandeses como clientes, eso es garantia de que el sitio es bueno. Y para comer se pueden elegir cocina de todo el mundo, pero yo os recomiendo los puestos ambulantes que hay en todas las aceras, comida fresca y en buenas concidciones sanitarias para los escrupulosos. Los consabidos fideos orientales, el omnipresente arroz, pescado del Indico, carne de pollo, cerdo, vaca, fresquisimas veduras y frutas y todo acompanado con una cerveza Chang bien fresquita. Por dos o tres euros acabas hasta arriba.

Lo mas seguro es que despues de tanto pateo te acabes perdiendo, porque al final pasas de estar mirando el mapa cada dos por tres y constantemente te dejas llevar a un lado u otro segun el fluir de la gente, pero no pasa nada, aqui todo el mundo es muy amable y se vuelcan en ayudar al farang. Y que decir la noche en Bangkok, nunca duerme, puedes escoger para tomar algo desde tranquilas terrazas ajardinadas en la ribera del rio, hasta los clubes mas modernos con DJ's de todo el mundo pinchando sesiones de musica thai-electronica, o los baretos de la zona de Kao Shan con un tipo de marcha mas occidental. Y por supuesto esta la zona de Patong, que aunque a mi me parece un poco denigrante, hay que verlo y darse una vuelta por sus calles. Hay es donde esta el mercado de la carne, los espectaculos tipicos de chicas que hacen de todo con su vagina, desde fumar cigarros hasta lanzar pelotas de ping-pong a una velocidad de vertigo. Estuvimos un par de horitas paseando por alli y resulta cansado quitarte de encima todo el tiempo a las chicas como si fueran moscas, y lo peor es que muchas veces no sabes si son chicas o que. Patong tambien esta lleno de cuadrillas de occidentales completamente borrachos con una tia en cada brazo y sobre todo mucho jubilado que pasa grandes temporadas en el pais. En fin, ya he dicho que a mi me daba un poco de grima, pero que vas a hacer, es su cultura y aqui con el sexo no existe ni el mas minimo tabu.

Como veis Bangkok es una ciudad que bien se merece una visita, pero yo, que no soy muy urbanita, ahora que releo lo escrito me doy cuenta que ya no la echo nada de menos, ahora estoy en la parte noroccidental del pais, zona rural, de montanas y de cantidad de etnias diferentes y esto si que es pura vida, pero ya os lo contare en otra ocasion

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustado tu blog. Sinceramente.
César