miércoles, 18 de junio de 2008

FOTOS PENDIENTES DE JORDANIA

Como lo prometido es deuda tenía pendiente colgar alguna foto de Jordania en este blog. Ya dije anteriormente que me temía algun virus o algo peor en la tarjeta de memoria donde guardaba estas fotos, no conseguí subir ninguna mientras duró mi viaje, pero al llegar a casa y como por arte de magia, encendí mi ordenador y ningún problema, no me lo explico pero seguro que se debe a mi torpeza infórmatica. Así que aquí tenéis una pequeña muestra del país arabe.



Desierto de Wadi Rum. Me costó un buen rato que el camello se moviera del camino.




Petra. Transporte local.




Aqaba. Chill-out beduíno, la gente acude a ver caer el sol sobre el Mar Rojo a los numerosos chiringuitos del paseo marítimo.




Petra. El Siq, pasadizo que llega hasta El Tesoro (Al-Khazneh).




Petra. El Monasterio (Al-Deir), una dura subida para llegar a esta belleza.




Wadi Rum. Preciosas gargantas esparcidas en la inmensidad del desierto.


Bueno, ya que he vuelto a coger carrerilla y mi mente ya va aterrizando en Lanzarote (mi cuerpo ya aterrizó hace diez días), espero completar este blog, todavía faltan un par de capítulos, no será lo mismo, me servirá para volver a vivir de alguna manera las experiencias pasadas, pero espero que me perdonéis ya que seguramente faltará algo de frescura y de emoción, ese feeling que se tiene cuando tienes las cosas frescas y las vas contando sobre la marcha.

domingo, 8 de junio de 2008

POR EL RIO MEKONG









Mi primer contacto con Laos fue una preciosa navegación de dos dias por el río Mekong desde el pueblo fronterizo de Houay Xay hasta la antigua capital laosiana, la hermosa ciudad de Luang Prabang, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco. Este mítico río, que nace en el Himalaya recorriendo Asia hasta desembocar en el delta de Ho Chi Min (Vietnam), siempre había llamado mi atención desde niño y tenía claro en este viaje que quería recorrer al menos un trocito de su cauce.

Ya dije en un capítulo anterior que para llegar hasta Chang Khon desde Pai habíamos compartido furgoneta once viajeros más nuestras once mochilas, con lo que el trayecto no fué un lujo precisamente, pero si divertido. Salimos de Pai a las nueve de la noche y llegamos a la frontera a las cinco de la mañana, toda la noche de viaje sin pegar ojo ninguno de nosotros, bueno sólo un californiano que había estado diez días de meditación Vipasana en un templo budista y el tío era capaz de quedarse dormido de pié. Además, era extraño que paráramos cada hora para descansar diez minutos, hasta que nos dimos cuenta que el chofer thailandés lo hacía porque el pobre hombre se caía de sueño. Yo me ofrecí para conducir un rato mientras él echaba una siestecilla en mi asiento, pero el hombre decía que eso no podía ser. Así que no paramos las últimas horas de hablar con el conductor, dándole el coñazo para mantenerle despierto e incluso estuvimos cantando canciones para animar el cotarro.

Para más inri, cuando llegamos a Chang Khon faltaban todavía dos horas para que abriera el puesto fronterizo, así que todo el grueso de la expedición se estiró en las mesas del restaurante de un guesthouse para intentar dormir algo durante la espera. Pero estaba amaneciendo, y a mí me apetecía más dar un paseo por la orilla thailandesa del Mekong mientras salía el sol y se desperezaba el pueblo. Me acompañó Astrid, una de las holandesas, y el amanecer fué algo mágico, estaba viendo el famoso río por primera vez en mi vida, el sol subiendo por el horizonte, los pescadores saliendo en sus cayucos con sus redes, allí enfrente Laos y una preciosidad a mi lado, ¿qué más podía pedir?.

Y a las siete de la mañana todos al puesto de guardia a arreglar el papeleo, donde se nos unieron una parejita encantadora de catalán y argentina, Pau y Mumi, con los que coincidí y tuvimos alguna aventurilla unos cuantos días por Laos. Sello de salida de Thailandia y cruzar en cayuco el río, por fin estabamos en Laos, concretamente en Houay Xay. Allí estuvimos un buen rato sufriendo el típico caos de las fronteras del tercer mundo, visado de entrada en una caseta (35 dólares), sello de entrada en otro sitio, cambiar bahts pot kips intentando hacer cálculo mental con lo agotados que estábamos, otro control policial que no venía a cuento, pero bueno, estabamos tan excitados con la entrada a Laos que a ninguno nos importó demasiado aquel laberinto burocrático. Finalmente cogimos un tuk-tuk hasta el embarcadero y allí estaba la barcaza, comenzaba la navegación.

En el barco habría unas cien personas entre farangs y locales, y los asientos eran de madera pura y dura que amortiguamos con los salvadidas y algunas almohadas que habíamos comprado. En la popa te podías tumbar haciéndote un hueco entre mochilas y cajas varias, aunque el ruido del motor que iba sin tapa ni nada era insoportable. Pese a las incomodidades yo disfruté como un enano. Paisajes impresionantes, montañas y selva tropical, pescadores con sus redes, gente en las riberas que no se sabía de donde salían bañándose o lavando sus ropas, alguna aldea diseminada, búfalos de agua.... maravilloso, y así durante dos días.

El primer día hicimos noche en Pak Beng, a mitad de camino. Normalmente nadie navega de noche por el Mekong, en esa zona la corriente es muy fuerte, hay bastantes bajos, rocas sueltas en mitad de su cauce, remolinos, la verdad es que suele haber accidentes a menudo. Pak Beng es un pueblo salido de la nada unicamente comunicado por el río, no hay carreteras, y su población vive, aparte de la agricultura y la pesca de subsistencia, de la gente que llega a pasar la noche. Se han abierto varios guesthouse y restaurantes con ese objeto y se ve venir que en unos años crecerá bastante. Cogimos unas habitaciones, ducha, paseo, cenita, sobremesa con unas cervezas, toque de queda y a dormir. Al día siguiente nos esperaba otro duro, pero acojonante, día de navegación por el mítico Mekong hasta llegar a Luang Prabang, otro sitio de esos donde inconscientemente alargué mi estancia debido a ese relajado y atrayente ritmo de vida que una vez más durante este periplo me volvió a atrapar.

En el próximo capítulo os hablaré de Luang Prabang, hoy me encuentro en Madrid, haciendo tiempo por el centro hasta que salga mi avión a Lanzarote y tengo unas sensaciones muy extrañas debido al choque cultural producido a mi llegada al primer mundo. A veces pienso que me ha tocado vivir en una parte equivocada del planeta, me quedo con Asia, que aunque no tengan tantas y tantas cosas como nosotros, que realmente son superfluas, no percibes por ningún lado mentiras, cinismo, agresividad, violencia, son felices con lo que tienen. Esto da mucho que pensar.

jueves, 5 de junio de 2008

LAOS: ALGUNAS GENERALIDADES









"Los camboyanos plantan el arroz,
los vietnamitas lo cosechan,
los laosianos... simplemente lo escuchan crecer".

Asi es, este viejo proverbio indochino refleja muy bien el caracter de los laosianos... y las laosianas (como diria Ibarretxe, je, je). Es un pueblo muy, muy tranquilo, y una de sus principales aficiones es dormitar a cualquier hora, sobre todo desde el mediodia hasta la puesta de sol, cuando el calor aprieta de lo lindo. Ademas, no tienen por que ir casa a echar la siesta, sino que les puedes ver dormidos en cualquier lado donde haya sombra, en una hamaca entre dos arboles, en la acera o incluso en el trabajo. No es extrano que si estas por ejemplo en un bar tomando algo y quieres la cuenta o pedir otra cosa no encuentres al camarero por ningun lado y tengas que entrar hasta la cocina para despertarle.

Pero son sin duda una gente encantadora, amable, hospitalaria e incluso un poco cortitos los que no estan acostumbrados a tratar con los viajeros, les falta un pequeno empujon y a veces son tan timidos que hasta se ruborizan por cualquier cosa, carecen de esa picardia que tienen los thailandeses, quienes les llevan anos luz en esto de saber manejar al turista. Si saludas o le echas una sonrisa a una thailandesa enseguida la tienes encima creyendo que quieres plan, en cambio las laosianas sueltan una risita y miran para otro lado.

La verdad es que cuando pasas de Thailandia a Laos te da la sensacion de haber retrocedido medio siglo en el tiempo. Las infraestructuras son muy pobres, no tiene ferrocarril, las pocas carreteras estan en condiciones lamentables, se sigue usando el rio Mekong como via de comunicacion para personas y mercancias, y todavia hay muchas zonas a las que no llega electridad o solo por unas horas al dia.

Pero como les pasa a otros viajeros, yo tambien acabe cautivado por la belleza del pais y el encanto natural de sus habitantes, y lo que iba a ser una pequena incursion de un par de dias se convirtieron en once. Quizas me acostumbre a su ritmo de vida, a la tranquilidad del pais, pero el caso es que cuando deje Laos hace dos dias me entro un pequeno bajon, les echo mucho de menos y sin duda volvere.

Estando en Pai (Thailandia) quise pasar a Birmania, pero me dijeron que la execrable junta militar que gobierna el pais con mano de hierro habia cerrado las fronteras a los farangs a cuenta del ciclon, por lo menos a los que viajamos por libre. Estaban alli los de Human Rigths Watch intentando pasar clandestinamente un envio de comida, ropa y medicinas a traves de la jungla por medio de elefantes (cada bicho de estos puede transportar tranquilamente una tonelada de peso) y yo hasta pregunte si se podia ir con ellos, pero me dijeron que era una cosa muy seria y muy peligrosa, y que se encargarian del transporte guias de montana de la etnia karen.

Asi que decidi ir a Laos mas tiempo de lo que tenia previsto, y la verdad es que no sabia mucho del pais, tan solo que habia estado escondido alli el cabrito de Roldan, que los mas jovenes ni recordaran. Tambien me sonaba que habia sido parte de la Indochina francesa, y poco mas. Pero este tranquilo pais tiene una historia tan apasionante que he procurado leer estos dias todo lo que ha caido en mis manos, por lo menos lo que acontecio por alli a partir del siglo XX, o sea que preparaos porque os voy a soltar una brasa del quince.

Bueno, Laos se independizo de Francia en 1949. Los gabachos habian descubierto alli el granero de su Indochina, sobre todo en las inmensas llanuras del sur, porque las montanas del norte eran mas inaccesibles, y gobernaron el pais con mano firme durante su colonizacion, pero sin meter mucha baza en sus costumbres y religion, e incluso dejaron en vigor la monarquia laosiana, eso si, Paris decidia en ultima instancia cualquier asunto.

Pero lo que me dejo boquiabierto fue la "guerra secreta" que montaron los americanos. Sabiais que Laos es el pais mas bombardeado del planeta? Bien, pues resulta que durante la guerra de Vietnam los americanos estaban mosqueados con el avance del comunismo en Asia, y un poco para quitarles las ganas a los laosianos, y de paso para cortar la retirada al interior de los vietnamitas y eliminar posibles bases que tuvieran por esa zona, se dedicaron a bombardear Laos de tal manera que, al igual que yo, vais a alucinar con las cifras: soltaron dos millones de toneladas de bombas, un bombardeo cada ocho minutos durante nueve anos seguidos !!!. Terrible, verdad?, Y los pobres laosianos aguantando estoicamente todo esto, y escondiendose en cuevas o donde podian. Todavia hoy siguen muriendo un par de ellos cada mes a causa de las miles de bombas que yacen en el terreno sin haber explotado. En Laos te puedes mover por donde quieras, pero mas te vale no andar campo a traves o fuera de los caminos marcados. Y una muestra del fino humor laosiano es que en muchos sitios puedes ver carcasas de bombas, obuses o proyectiles que la gente aprovecha para hacer macetas, columnas que sustentan sus tejados, o para moler cereales.

Pero como les suele ocurrir a los americanos, al final lo que consiguen es justo el efecto contrario de lo que se proponen y desde 1975 los comunistas llegaron al poder y el pais paso a ser la Republica Popular Democratica de Laos. Bush los puso en su famoso "eje del mal", pero curiosamente les quito hace tres anos, algo interesante habra visto el cabron. La verdad es que es un estado comunista un poco curioso. Desde mediados de los ochenta se permiten la iniciativa y los negocios privados y andan creciendo economicamente poco a poco. Tambien se permite el culto religioso y el budismo therevada marca el dia a dia de los laosianos, se levantan a las cinco de la manana para entregar donaciones y ofrendas a los monjes que a esa hora recorren pueblos y ciudades en grupitos en fila india. Y la influencia francesa sigue vigente, sobre todo en Vientiane, la capital: antiguos edificios coloniales, viejos peugeot que andan milagrosamente y las buenisimas panaderias con sus baguettes recien horneadas o pastelerias donde he probado los mejores pasteles de arroz de mi vida.

Pero eso si, no veras una bandera laosiana sin estar acompanada de otra roja con la hoz y el martillo, y quizas lo que mas fastidia es el toque de queda imperante en todo el pais que dice que todo debe estar cerrado a media noche y todo el mundo en su casita. Aunque tampoco es un toque de queda de esos donde salen los tanques a la calle, pero a eso de las once de la noche vas viendo como todo empieza a adormecerse y van apareciendo discretamente algun policia que otro por las esquinas. Algunos dicen que se hace tambien para que los turistas no desfasen por la noche y esten mas controlados, otros que es para preservar la cultura del pais... lo que esta claro es que nadie quiere acabar como Thailandia, con sus excesos de todo tipo. Ademas, no encontraras a nadie que este en contra del poder comunista, y no por miedo a la posible represion, sino por puro convencimiento de que tienen la forma de gobierno que mejor les viene ahora mismo, son pobres pero viven bien, no falta comida y vestido y no se ve mucha desigualdad social. En muchos paises del tercer mundo prefieren tener un gobierno firme antes que una democracia corrupta que solo enriquece a unos pocos y al final siempre acaba la vaina en levantamientos populares y guerras civiles.

Bueno, espero de verdad que hayais aguantado despiertos todo el rollo que os he soltado, pero es que he cogido carrerilla y.... Y eso no es todo, me quedan muchas cosas en el tintero, pero todo a su debido tiempo. Hoy he llegado a Bangkok y manana vuelvo a casa, sniff!. A ver si manana os cuento un poco mas de Laos, que como ya habreis supuesto me ha maravillado totalmente.